12 de marzo de 2016

Caminos sin felicidad

Siempre caminando solitario por sendas a las que ningún humano podrá llegar. Luchando por creer que tu vida es fácil, sin embargo, no lo es. Los precipicios sin puentes por los que pasar. Las lágrimas sin un hombro por las que discurrir. Los recuerdos que se esfuman en el humo de la inconsciencia. Los sueños que no encuentran en una mente donde descansar. Esos momentos sin poder ser libres por uno o más. La soledad que te atosiga hasta no poder más. Los caminos sin felicidad. Convivimos con muchos instantes que nos gustaría olvidar. Vivimos en un mundo hostil, sin nadie por los que dejarnos guiar.  Pero sin embargo vivimos, ¿qué más?

2 comentarios:

  1. Pero sin embargo vivimos, ¿qué más? Tal vez acabes encontrando una señal en esa senda a la que ningún humano va. O logres fabricar una cuerda para atravesar ese precipicio sin puentes a los que te puedes aferrar. O algún (des)conocido te regale un pañuelo con el que sollozar. También pudieras hallar una libreta donde anotaste los recuerdos que no se pudo llevar la mar del olvido. O sencillamente una pequeña ilusión logre escabullirse entre tus ocupados pensamientos. Puede incluso que llegues a amar la soledad. Entonces esos caminos sin felicidad dejen de serlo sin más, o a lo mejor, necesites transitar por ellos para descubrir qué es respirar.

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  2. Escribes muy bien, Irene. ¡Sigue así!

    D. Rafael

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