12 de diciembre de 2012

¡0h, Córdoba!

¡Oh, Córdoba! 
tu esplendor,es como el Sol.
Maravillosa,
tu mezquita.
En mayo,
se llena de flores,
preparada para:
buenos olores.
Primero,
las cruces,
muchas tendrás,
en plazas y demás.
Continúas,
con patios,
llenos de buenos olores,
de flores.
Por último,
la feria,
llena de casetas,
con ganas de bailar,
y de fiesta.
Llega el verano,
no te levantas temprano.
Con mucho sol,
y calor recibes.
En la sierra,
hay ermitas.
En el centro,
las Tendillas.
En el casco histórico,
destaca tu judería.
Y por tí,
pasa el Guadalquivir.
Capital romana,
fuiste,
y árabe también.
Monumentos,
por doquier.
Córdoba,
la llana,
casi ninguna elevación.
Caminos estrechos,
en tu judería,
casi me pierdo, 
paseando, 
en ti.
Grandes acueductos,
hay en tu subsuelo.
Hay un ayuntamiento,
a su lado,
un templo singular,
un templo romano,
digno de admirar.
Termino este poema,
y aún faltan cosas por nombrar.

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